lunes, 19 de mayo de 2014

Ironman 70.3 Barcelona


18 de mayo del 2014, primer Ironman 70.3 en Barcelona (Calella)


La magia del triatlón, del dia la prueba empieza cuando ves en directo el amanecer. Eso, es de las cosas que más me gustan y hacen  que la predisposición sea de vivir algo especial. La larga distancia tiene muchas cosas,  pero esa sensación de libertad lanzándote al mar, que inicia la distancia, es algo que no haces cada día.


El mar estaba perfecto, todo era perfecto, pero aún así, los nervios te invaden inevitablemente.

La alegría inmensa de ver a los amigos del club, Rosa como una campeona en la salida y en todas partes, Auri sin parar de animar con el resto del club. Lourdes S. ( mi socia) y Quique (su marido) estaban para vivir en primera persona que era esto del mundo de la Triatlón.

La experiencia te enseña y esta vez lo tenía entre ceja y ceja, "no te despistes con nada, sólo piensa en llegar a la boya, en la siguiente boya y rápidito que de aquí nada vienen los tiarrones de 30 años a toda velocidad." Recuerdo en Banyolas en mi primer B, las mujeres salimos primero y al cabo de unos minutos los chicos. Ni se me había pasado por la cabeza que nos alcanzarían, más que nada que nunca lo había vivido. Estaba nadando y de repente dentro del agua había un ruido que no lo identificaba pero que iba en aumento. Paré de nadar, levanté la cabeza y miré hacia atrás.  "DIOS MIO!!!" Fue impresionante ver a 400 chicos venir en dirección recta hacia mí. "Me van a ahogar!!" Fui directa a las corcheras, me cogí y los dejé pasar. Ayer no, solo pensar en llegar a la boya como único objetivo hizo que no me agobiara todos los que nos pillaban y pasaban nadando fuerte.




Ayer, respecto al año  pasado he bajado 5 minutos en la natación y en bici  15 minutos, eso de entrada significaba que 20 minutos menos respecto al año pasado ya los tenía. Esas dos cifras me llenaron de euforia total para iniciar la parte final.




Media maratón que me la conozco de memoria y que ya sé que en Pineda no hay nada, nada más que el último avituallamiento y donde inicias la vuelta hacia el tan esperado arco de meta. Eso en la segunda vuelta. Cuándo por fin llegas a Pineda la primera vez, (que está mentalmente en el fin del mundo) el desánimo te invade, sabes todo lo que te queda, es una vuelta larga, aunque en kms no lo sea ya que son el equivalente a cualquier entreno que realizar con toda normalidad.  Es el momento de una cierta intimidad, nadie te ve, es el momento donde te permites alguna queja. "Tengo calor, tengo frío, la meta queda taaaaan lejos, he de ir y volver y volver, intentas desdramatizar, " sí solo pueden ser de 9 a 10 km, no más".  Y es allí, allí  es donde empieza ese fascinante combate.

En ese punto hubo una piedrecita que se coló en la zapatilla  derecha, en el pie operado. Pero no se coló en cualquier sitio, se coló y quedó perfectamente encajada en la cicatriz de la planta del pie. A cada paso, un pellizco subiendo de intensidad.
La falta de entreno en carrera estaba, ya lo sabía. Las cargas musculares, el descanso, el inicio poco a poco sin querer forzar en lo más mínimo, hicieron que llegara a Calella con pocas garantías en carrera. "Camino 10 pasos y corro hasta el siguiente ............ sin saber donde poner el objetivo, si lejos o cerca, mientras iba corriendo."





Echando mano de  barritas Heronymous!!!




Súper David!!!

De tirar la toalla o no tirarla, ¿dónde está el límite? (En mi caso está muy claro.) Si no hay motivos de salud, las tres letras DNF, me hundirían en la miseria mas profunda e imaginarme una vez pasado el tiempo que las tres letras éstas, estarían siempre y que ya no podría hacer nada por cambiarlas, hacen que  no haya justificación alguna. Y ya sabemos que nos podemos justificar de mil maneras, todas ellas legítimas.



Pero llegar vale la pena,  salir de la zona de confort para después volver a ella más que feliz, pero no nada más en un estado de satisfacción grande, con tantas cosas más aprendidas,  hacen imposible dejarlo sin acabar.





Un capítulo especial para David Sans, Lourdes B y Jordi Segade.

David, ya te lo escribí ayer, pero no quiero dejarlo de hacer hoy en la crónica. Verte ayer arriba de la montaña esperándonos y animándonos con ese entusiasmo fue muy emocionante. Muchos recuerdos de Zurich, momentos especiales. GRAAAAACIAS!!! y después en la carrera apareciste de nuevo. Estabas en todas partes!!!!!

Lourdes, Jordi, pocas palabras que no sepáis, muy emocionante ver os en la competición. Habéis hecho un  camino largo para poder estar estado ayer, fuertes, con toda la ilusión del mundo.

Falta foto del club en la playa antes de la salida, ayer éramos mucho y no la hicimos :(