Durante dos meses no he escrito, ni una palabra, pero hoy es un buen día para hacerlo. A esta misma hora corría Curris esos 11 km conmigo y le seguiría Iván a sustituirlo para llevarme a meta.
He podido reflexionar, saborear y aprender de esta experiencia que me sigue envolviendo de emoción y plena felicidad.
Cometí dos grandes errores que pagué caro, pero que por suerte los pude sortear.
Me obsesioné con el descanso, tomé Dormidina durante tres días antes de la prueba, quería asegurarme que en la línea de salida estaría descansada con las 9 h rigurosas de sueño dormidas. ( Había oído historias de personas que la semana previa no había dormido y por eso no había podido acabar). No quería ir sin dormir, no podría gestionar un primer IM sin haber dormido. Sin pensarlo y sintiendo que sería una buena estrategia las tomé. Y tanto que estaba relajada en la salida, sin nervios ni nada. Qué horror, ahora entiendo que aquello fue un gran error.
En el último mes me engordé 4 k, me daba pánico que me fuera a quedar sin gasolina, el sobre peso fue un error grande también.
"Aprendí" que la experiencia es un grado (algo que sabía que era así) pero que tomé la decisión de hacerlo con la poca, muy poca experiencia que tenía. Esto hizo que la cabeza funcionara a un 100% y el cuerpo resistió. Un decisión que me ha dado mucha tranquilidad, en los momentos difíciles la cabeza tira hacia delante.
Pero toda la preparación la cuidé en todos los aspectos, fui meticulosa y disciplinada. Funcionó.
Ahora sé que la larga distancia me gusta, es una experiencia bestia, dura, porque es duro un IM, sin duda. Para el que lo hace en 9 horas es un sufrimiento brutal, para el que lo hace en 16 horas ha de resistir eso, 16 horas.
Muy contenta, lo recomiendo sin duda y animo a las mujeres, a las mamis que da igual la distancia que se quiera hacer, llegar es una experiencia.
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