Bonito panorama, con un trabajo que requería el estar de pie durante muchas horas.
Caí en un muy buen podólogo, unas plantillas que me dieron la felicidad casi absoluta. Un inconveniente, para la bici no me servían y debía resignarme. "Hasta aquí hemos llegado, más no se puede hacer". Otro pequeño inconveniente era que eran tan anchas que la compra de zapatos femeninos se había esfumado, tan anchas como un tanque, me enviaron a la tienda dónde encontraría zapatos en que las plantillas tuvieran sitio, el panorama era desolador, todo el público ahí concentrado tenía una media de 100 años. Yo contenta con tal de poder caminar con normalidad. Del precio ya ni hablamos. Ciento y la madre €uros tot plegat.
Han pasado los años y no he querido renunciar a buscar la liberación del dolor yendo en bici, por supuesto he renunciado al punto coquetería, un tacón en mi mente estaba descartado totalmente.
Primeras plantillas
Deciros que lo he encontrado, sí!!!!!!!
No sólo han desaparecido los calambres en la bici, vuelvo a calzarme tacones y soy libre de escoger el calzado, a un precio tres veces más económico.
Gracias, Gracias, Gracias por ser un profesional, por ser un estudioso de tu profesión y dedicarte sin querer nada más que ser un gran profesioinal al precio que corresponde sin locuras.
Las nuevas plantillas :)
Los últimos zapatos que me he comprado, puedo poner las plantillas y puedo caminar sin problemas, ni dolores.
Conclusión: No hay que tirar la toalla cuando hay algo que no acaba de ir del todo bien, hay que buscar y buscar, se encuentra. Yo no sabía si iba a ser capaz de pensar en otro IM después de haber sufrido en la bicicleta durante 60 km con los pies acalambrados por no llevar una plantilla adecuada. Ahora soy capaz de planteármelo de nuevo.
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