lunes, 12 de noviembre de 2012

Marxa del Garraf 21 km, "Socorro, sáquenme de aquí"

Animada por las amigas del Gavá me puntee a la Marxa del Garraf. Intento hacer memoria y no me recuerdo caminando por la montaña. Mis únicos recuerdos son de 4 domingos cuando tenía 5 años en la ciudad de México, que mi padre nos llevó al Desierto de los Leones a intentar inculcarnos  el caminar por la montaña y disfrutar de la naturaleza. Supongo que no tuvo mucho éxito en su intento ya que fueron 4 domingos, ni uno más.

Con lo cual, yo me siento muy urbana, y no tengo vinculo con la montaña. El segundo recuerdo que tengo bajando una montaña es de hace 22 años en La Molina, Curris y yo éramos novios recien saliditos del horno, nunca una mala cara. el me llevó a La Molina, subimos en telesilla y bajamos la montaña con las btt. Yo haciéndome por supuesto la valiente y pensando que si llevásemos más tiempo juntos, esa salida hubiera acabado en tragedia. Le hubiera dicho de todo menos guapo y seguramente hubiera llegado a las manos. Esas han sido mis experiencia en la montaña.

Ayer, con la ilusión de las amigas del Gavá pensé que en el fondo tampoco eran tantos kms y que más o menos tampoco podía ser muy muy difícil.

Lo llevaba todo preparado, preparadísimo. Menos la experiencia.


"Los que van a correr que se pongan delante" Dan la salida y del grupo que éramos toman un ritmo en el que van cómodas y de una forma natural el grupo se aleja. Meri y yo parece que unificamos un ritmo. He de decir que Meri al principio no se encontraba del todo cómoda e iniciamos un ritmo (yo desde luego conservador) y tranquilo.  A medida que avanzamos le pedí a Meri que no me esperara. Es muy complicado ajustar ritmos diferentes. Menos mal que tiro y me quedé con mi ipod, me puse la música para distraerme del mantra "Cuánta piedra hay" y seguí.

Ya me habían enviado las chicas crónica de cómo era el perfil de la marxa y la noche anterior 1000 whatsaap contestándome a todas las dudas que se me ocurrían. Con la frase final: "Lourdes es muy bonita, no te preocupes".

De subida me encontraba bien pero llegaron las bajadas, muchas bajadas, más bajadas que subidas. Y francamente la sensación era de "Oju, que esto es un campo de minas para que te explote en cualquier instante una bomba" Pensaba que en cualquier momento la lesión estaba asegurada debido a cualquier torcedura de tobillo, caer sin remedio en cualquier sitio, resbalar sin poderlo remediar, tropezar con cualquier piedra. Tropecé con 500 al menos, por decir algo.

"Caray, esto de la montaña no es evidente" Me ha encantado ver la agilidad con la que las personas se movían, daba igual edad o condición. Una naturalidad espectacular. Recordé los cuatro domingos que había ido al Desierto de los leones en México de pequeña y sin remediarlo me sentía como una abuelita con tacones bajando por los senderos. O sea, muy muy patosa. En algún momento, enrocada pensando cómo se debía bajar ya que las opciones me parecían que me llevarían a vivir sin remedio un Santo tortazo. Suerte que no llovió, aún así había una zona muy resbaladiza donde había una cuerda, misma que  cogí aferrándome y sí, en ese momento pensé "socorro sáquenme de aquí". disimulaba haciendo ver que esperaba a alguien mientras las personas bajaban con esa naturalidad del que tiene experiencia. Una, dos y tres, me solté de la cuerda y con "Dios que no me pase nada" seguí bajando.

Bueno, mucha bajada más no puede haber, pensaba. Pues no, seguía habiendo bajadas. Con muchas muchas piedras todas puestas de manera muy desordena. "Es que no sé por donde he de pisar".



El ánimo lo mantuve siempre muy arriba, físicamente me he encontrado muy bien, no me ha costado, no me he cansado pero el grado de dificultad para mí ha sido elevado. Complicado.

Me ha encantado todo, los avituallamientos geniales, con pasteles caseros, bocadillos, fruta. Todo hecho con cariño.

Yo tenía previsto hacerla alrededor de 4 horas. Llegué a las 4 horas y me faltaban aún algunos kilómetros, cuando podía correr, corría y al llegar a meta mucha ilusión al ver a las chicas y chicos del Gavá animándome con esa gran sonrisa que tienen, las cámaras preparadas para inmortalizar la llagada.

Me ha gustado mucho la sensación en el cuerpo, ha sido muy diferente a lo que hasta ahora había hecho. Pero desde luego llamaré a mi padre para decirle que debería haber insistido más en las salidas a la montaña los domingos.



Gracias chicas y chicos del Gavá!!!!

Esta semana ya he juntado 45 km en carrera, para la maratón de Barcelona.

Curris hizo Sant Cugat a Sitges en btt con unos amigos, lo disfrutó muchísimo.










5 comentarios:

  1. Te vas a enganchar, como a la Nutella ;-)

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  2. Calla Pau, llegué a casa directa al bote de Nutella, me merecía un premio.... cual fue mi sorpresa al abrir el bote, cero, cero Nutella, se había acabado. ¿Por qué nadie tira el bote na vez se ha acabado para que nadie se lleve un chasco al abrirlo y encontrar que no hay. jahahaa!!!
    Mucha practica me falta, pero me ha gustado. !!!!

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  3. Como me he reído muy graciosa la crónica.
    Pues la verdad es que la montaña engancha, las salidas en btt son geniales, tendrás q hacer más.
    Un abrazo
    Núria

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  4. Felicidades por acabar Lourdes, veo que este año también ha llovido como el pasado. Yo la corrí lloviendo desde el principio y con lluvia y viento a full subiendo a la pleta. Es una marxa muy bonita y teniendo el Garraf a tiro ya podrias ir a hacer la cabra montesa por ahí que es genial hehe.

    Saludos!

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