martes, 10 de abril de 2012

"Como si fueran pipas"

Me sorprende la ligereza con lo que los metros se han convertido en contar unas cuantas pipas. "Total, sólo son 4000 m" un poco más que en cualquier entreno. Está claro que se está perdiendo el respeto a la distancia. Da la sensación que mientras más y más bestia mejor. Una travesía de 4000 m en el mar son 4 km seguidos que has de nadar, con sus olas, sus corrientes y sin bordillo al cual cogerte un segundito para darte un respiro. Hay que estar metalizado, nos ponemos el neopreno después de tenerlo un invierno en el cajón y con suerte lo hemos usado una o dos veces antes de este sábado.

Es una distancia exigente, de hecho yo sólo la he nadado una vez y fue en el Ironman con todo el respeto del mundo ya que después seguía una serie de kilómetros a recorrer. Me preparé lo mejor que pude, llegué al IM con 180 km nadados en 6 mese, no sé si son pocos o muchos pero no fui a la ligera. Estaba mentalizada y con muchas ganas de hacerlo bien.

Este sábado vamos a nadar la travesía que organiza Neda al Mon de Masnou a Premiá, son 4000 m y yo alucino, de verdad, como las personas hablan de esos metros como si fueran nada unas cuantas pipas y un poco que si no lo ves así es que estás pez, no verlo con la máxima naturalidad. Seguro debe ser también cosa de la edad, falta de esa juventud desenfadada y valiente. En fin, no sé, pero si quiero reflexionar y no pensar que no son nada esos 4000 m.

A principios de año aprendí una gran lección que no pienso olvidar, NUNCA subestimes a la distancia, corrí la media maratón de Sitges (era mi 12ª media maratón, siendo FINISHER) cual iba a ser el problema? Sufrí como un perro apaleado y tomé consciencia que a cada prueba hay que respetarla y má si es una distancia.

Esta semana Santa he nadado 9000 m, creo que no los había juntado nunca en una semana seguida de entreno. Soy lenta, lenta, muy lenta, tardaré lo que tarde pero quiero llegar en condiciones y esto significa que quiero salir del agua sonriendo de lo bien que me encuentro y de haberlo hecho disfrutando sin dejar que la fatiga amargue la travesía.


Semana Santa con la familia y siempre en Sant Martí de Empùries!

Con Victor tuvimos una larga e interesante conversación de bicicletas, sin él hubiera bajado hecha un cromo de la bici. Gracias Víctor por el trabajo tan estupendo que hiciste para poder afrontar el IM.


La tradición, lanzar al aire los huevos de chocolate de mano en mano sin que se rompan!



Voba no suelta la mona!!



Puesta de sol en Empùries, una de las cosas que más me gustan! (aquí no ha salido muy bien, pero era muy chula.



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